El procedimiento se lleva a cabo con agentes blanqueadores compuestos por peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, siendo el primero de estos, de mayor concentración. Ambos producen el efecto deseado mediante una reacción de oxidación.

Uno es la técnica profesional de alta concentración, la que debe realizarse en la consulta del odontólogo y en donde se agendan las visitas necesarias para obtener los resultados deseados. Ésta técnica de blanqueamiento dental se realiza con peróxido de hidrógeno, ya que, como se señala anteriormente, es un producto más concentrado, y por ende más efectivo, sobre todo si se utilizan aceleradores de blanqueamiento como led o láser.

El segundo procedimiento es el blanqueamiento ambulatorio monitoreado, en el que el proceso de aclaración dental es más lento debido a la menor concentración del agente blanqueador, pero se puede llegar a los mismos resultados. Este blanqueamiento dental es realizado en casa, por el mismo paciente, y para ello se deben realizar cubetas especiales de blanqueamiento. Solo se necesita tomar una impresión o molde al paciente para realizar estas cubetas. En este caso, también es muy importante la supervisión periódica con el odontólogo.