Un implante dental es un dispositivo que funciona al atornillarse en el hueso maxilar de una persona, permitiendo la rehabilitación completa de una pieza dental que haya sido perdida, ya sea por un traumatismo o por caries, entre otras causas.
El implante dental consta de dos partes esenciales: el implante en sí y la corona.
El implante corresponde a un “tornillo” que se instala en el hueso que se encuentra por debajo de la pieza a rehabilitar y se incorpora al cuerpo humano a través del proceso de osteointegración. Es generalmente de titanio, debido a que es un material biocompatible con nuestro cuerpo.
Por otra parte, la corona es una funda dental que se ajusta al implante ya instalado y que busca tener la apariencia y la funcionalidad de un diente real. Las coronas son aplicadas no solamente en implante dentales, sino que también son utilizadas para reforzar dientes que estén afectados por traumatismos graves y que sea hayan roto. A la hora de colocar una corona se consideran dos factores: su estética y su capacidad de soportar las cargas mandibulares propias del uso de la dentadura.
Las coronas para implantes dentales pueden ser de diversos materiales. El más utilizado es la porcelana. Las coronas de este material cuentan con una gran similitud con un diente natural, posee una gran estabilidad de color con el transcurso del tiempo y es biocompatible con la boca del ser humano. Son las más frecuentes y accesibles. Son usadas principalmente para dientes delanteros (fines estéticos), ya que sus características son acordes a una pieza real, tanto en textura como color.
También existen coronas de metal cerámica, que son resultado de la combinación de ambos materiales y en donde la porcelana recubre una estructura base de metal. Con ellas se busca fortalecer la dureza de la cerámica y otorgar una mayor resistencia a la corona; por ello, son utilizadas en los molares, que son las piezas que soportan gran carga de la fuerza de las mandíbulas.
Por último, encontramos las coronas de zirconio, que al día de hoy son el gran avance en esta materia. Son hechas a partir de un cristal de óxido de zirconio que es esculpido para tener la forma de un diente. Es la opción más duradera, biocompatible y resistente. Posee un gran parecido a las piezas dentales reales e imita perfectamente el esmalte dental, al ser un poco traslúcido. Se pueden ajustar los colores de este tipo de corona para hacerla parecida a los dientes que estarán a los lados. Su valor es más elevado que el de las dos opciones anteriores.
Al momento de elegir cuál es el mejor material para un implante dental hay otros factores que inciden, como lo es su accesibilidad. Las tres técnicas te entregarán un implante funcional en el tiempo y aportarán una gran calidad de vida. Otro factor para considerar son las alergias propias de una persona. Esto hará que tu especialista te recomiende ciertos materiales sobre otros. Si quieres saber más sobre cuál es la mejor opción para ti o tu familia contáctanos en nuestra página web www.implanet.cl o nuestro teléfono +56 2 2759 0909 y agenda tu próxima visita a nuestras clínicas. ¡Te esperamos!