Desgraciadamente, fumar tabaco es bastante común a pesar de los riesgos que este hábito causa a la salud. Muchos estudios científicos afirman que las personas que fuman tienen mayores probabilidades de padecer de cáncer oral o en otros órganos, además de problemas que afectan, principalmente, la salud bucal. 

La boca es en canal por donde entra el humo del tabaco y todas sus toxinas. Por lo mismo, los dientes son bastante afectados por ese hábito dañino. Además de oscurecimiento de las piezas dentales, los fumadores también presentan mayores índices de sarro y placa bacteriana, lo que puede generar infecciones graves como la periodontitis. 

Este es uno de los principales motivos por lo que el tabaco es un factor de riesgo para los pacientes que realizan un tratamiento de implante dental. Al sufrir una infección de las encías o del hueso de la mandíbula, es mayor el riesgo de rechazo del implante dental tanto a corto como a largo plazo en los pacientes fumadores.

Los principales factores de riesgo del tabaco en los implantes dentales

Estos son los principales motivos por lo que es recomendable dejar de fumar al realizar un tratamiento de implante dental: 

El tabaco afecta la cicatrización

El éxito de un implante dental depende directamente de su correcta osteointegración, cuando el hueso y la encía cicatrizan y mantienen el tornillo metálico bien fijado en la mandíbula. En los pacientes fumadores, la osteointegración puede ser afectada por la nicotina y otras toxinas presentes en el tabaco que son vasoconstrictores, dificultando el proceso de curación y regeneración ósea. Por ese motivo, el periodo de cicatrización después de una cirugía de implante dental es más lento que en un paciente no fumador, además de tener más riesgo de infecciones.

Las probabilidades de infección son mayores

Por favorecer el surgimiento de bacterias en la boca, el tabaco es uno de los principales factores para el desarrollo de infecciones como la periodontitis o la periimplantitis (cuando afecta el implante). Estas infecciones surgen por el acúmulo de bacterias en la encía, llegando al hueso y afectando directamente la raíz del diente o el implante dental. Ese tipo de infección es una de las principales razones por la cual un implante dental tenga que ser removido.

Los fumadores pueden tener pérdida de hueso

La periodontitis o la periimplantitis pueden causar pérdida de hueso en los pacientes que padecen de ésta enfermedad. En los pacientes fumadores, existe mayor probabilidad de que haya debilitación del hueso maxilar a causa de enfermedades infecciosas. En éstos casos será necesario realizar un injerto de hueso en el tratamiento de implante dental, por lo que el proceso tardará más tiempo y será más caro.

Conclusión

Fumar es dañino para la salud general de las personas. Si necesitas hacer un tratamiento de implante dental, es fundamental dejar de fumar al menos dos semanas antes del procedimiento, y no consumir tabaco durante todo el tiempo de cicatrización del implante (que puede durar al menos 3 meses, o más). Lo recomendable es, en realidad, dejar completamente el consumo de tabaco para proteger aún más la salud de tu boca a largo plazo.

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