La pérdida de una pieza dental puede ser un gran problema a futuro en la calidad de vida de una persona, ya que los dientes cumplen una función fundamental en el procesamiento de nuestros alimentos. Además, la dentadura tiene una gran importancia estética en nuestra sociedad, por lo que perder una pieza delantera puede traer otro tipo de dificultades emocionales.
La solución más común hasta hace un tiempo eran las placas dentales, que se ponen a diario sobre las encías y que logran suplir de manera visual la ausencia de algún diente. A pesar de ello, no son muy eficaces a la hora de alimentarse. Al día de hoy, en esta época moderna y tecnológica que estamos viviendo, ha llegado una solución más funcional para este tipo de problemas: los implantes dentales.
Este tipo de implantes es una tecnología avanzada que incluye una raíz de titanio, que es instalada en el hueso maxilar del paciente a través de una cirugía ambulatoria, y una corona, la que es atornillada en el implante. Existe un tiempo de espera y de recuperación, en el que se busca que la raíz se fusione con el hueso, para luego instalar la corona final que dejará a la pieza funcionando. Este tiempo es relativo, y a continuación te explicaremos las razones.
El tiempo de espera entre la instalación de la raíz del implante y la corona dental es de 3 meses, en la mayoría de los casos. Este período incluye una serie de cuidados que propician la cicatrización de las encías, la cual puede demorar más o menos, dependiendo de la persona. Por ello, el dentista irá determinando el momento propicio para instalar la corona y proceder a la rehabilitación de la pieza, a través de su uso. De todas maneras, existe la posibilidad de poner una corona provisoria para fines estéticos.
Existen ocasiones en las que obtener el resultado final podría demorar más, debido a las condiciones iniciales que tenga el paciente antes de someterse al procedimiento.
El implante dental necesita de una superficie en buen estado para ser instalado. El hueso de la mandíbula del paciente debe contar con una extensión determinada, tanto en anchura como altura, para que el implante sea bien atornillado. Por ende, antes del procedimiento el dentista analizará el hueso maxilar para identificar su estado. Cuando ha pasado mucho tiempo desde la pérdida de la pieza dental a recuperar, es común que el hueso ubicado bajo la pieza se retraiga, ya que no es estimulado por el ejercicio de comer. En ese caso, el dentista hará un injerto de hueso para recuperar la superficie ósea y poder atornillar el implante. Es en estos casos en los que el tiempo entre el inicio del tratamiento y la instalación de la corona final será de entre 6 y 9 meses.
Por otra parte, en el último tiempo también se ha desarrollado la técnica de implantes dentales de carga inmediata, en la que el procedimiento puede ser llevado a cabo de comienzo a fin en un solo día. Así, tanto el implante como la corona son instalados en el mismo momento. Cabe destacar que el paciente debe ser sometido a análisis para ver si cumple con las condiciones necesarias para el procedimiento.
Como te hemos explicado, existen algunas condicionantes a la hora de saber cuándo tu pieza dental quedará completamente lista: ¡cada paciente es distinto! Lo importante es que sepas que no serán más de 9 meses, tiempo moderado para una solución sumamente duradera.
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