En un artículo anterior acá en nuestro blog, ya explicamos sobre la necesidad de hacer un procedimiento de injerto de hueso en algunos pacientes antes de realizar el tratamiento de implantes dentales. Ahora abordaremos los diferentes tipos de injerto de hueso y cuándo es utilizado cada uno de los métodos. ¡Sigue leyendo!
La pérdida de hueso dental puede ocurrir por diferentes razones, pero la principal es cuando una persona pierde una o más piezas dentales y se tarda mucho en reemplazar estos dientes por implantes. El espacio vacío queda sin estimulación, y el hueso de la mandíbula o del maxilar, que antes entregaba soporte al diente, empieza a retraerse.
En estos casos, al momento en que la persona decida hacer un implante para reemplazar las piezas dentales que faltan, será necesario realizar primero un injerto de hueso. Este procedimiento tiene el objetivo de aumentar la disponibilidad de estructura ósea para que los implantes puedan ser instalados de manera más efectiva y duradera. De lo contrario, hay una probabilidad mayor de que los implantes no queden bien fijos y el tratamiento termine fallido.
Tipos de injerto de hueso
El injerto de hueso previo al implante dental puede ser realizado en la estructura de la mandíbula o del maxilar, dependiendo de cuál sea la posición de la pieza dental faltante en el paciente. Los tipos de injerto se diferencian por su posición, la situación del hueso (si es necesario ganar superficie vertical u horizontal) y el tipo de material utilizado en el injerto.
El tipo de material usado para recuperar la estructura ósea puede ser:
- Autoinjerto: cuando es usado tejido óseo del mismo paciente, retirado de otra región de la mandíbula o incluso de otras partes del cuerpo como la cadera o la pierna. Con eso se evita rechazo inmunológico, ya que el tejido celular es totalmente compatible.
- Aloinjerto: material óseo retirado de otros donantes y transferidos al paciente a través del injerto.
- Xenoinjerto: cuando el material óseo utilizado haya sido retirado de animales y desproteinizado químicamente.
- Injerto aloplástico: material sintético biocompatible hecho a base de cristales bioactivos, polímeros o cerámica.
Referente a los tipos de procedimiento realizados, los más comunes son:
- Injerto de hueso dental particulado o con cirugía ósea guiada: éste procedimiento tiene el objetivo de aumentar el grosor del hueso mandibular, y luego se instala una membrana artificial para permitir la regeneración del hueso y proteger el sector del crecimiento de encía o de infecciones por saliva. De esa manera, las células se pueden desarrollar y formar hueso nuevo con mayor eficacia.
- Elevación del seno maxilar: el seno maxilar está ubicado en la parte superior y anterior de la boca, cumpliendo función tanto de soporte para los dientes delanteros de la arcada superior, como influyendo en la respiración y el habla por estar relacionados a las fosas nasales. Éste método tiene como objetivo recuperar hueso del Seno maxilar de manera vertical. Conoce más leyendo este artículo.
- Injerto de hueso dental en bloque: éste método, también conocido como técnica onlay, consiste básicamente en injertar material óseo con el apoyo de tornillos para fijarlo en su lugar. Luego la zona será protegida con una membrana artificial.
Conclusión
El tratamiento de injerto de hueso parece complicado, pero resulta indoloro para el paciente ya que es realizado con anestesia local. El tiempo de recuperación luego del procedimiento puede variar entre 3 y 6 meses.
Es fundamental realizar este tipo de procedimiento con odontólogos especializados y experimentados. Para ello, visita las Clínicas Implanet a lo largo de Chile o agenda tu evaluación gratuita por el teléfono +56 2 2759 0909. Implanet: tu sonrisa, nuestra especialidad.